martes, 31 de marzo de 2009

El Adagio se sobrepone tras el Allegro

Presentación del paradigmático:

Paradigmático, antes de que alguien lo entienda mal, no es un palabro sobrecogedor para halagar a un pedante (como estupenfabuloso o derivados). Paradigmático es lo propio de los paradigmas, que para aquel que no haya tenido la suerte de estudiarlos, son creencias temporales que la ciencia aprovecha para ordenar de manera lógica lo ilógico.

Caos o cosmos fue un gran debate en su momento, y un par de siglos después de cuando empezó el dilema (hace ya casi 3 milenios) se agotaron las respuestas audaces. Sin duda la más sensata es la de que nuestro cerebro transforma los puntos que ve sucedidos unos de otros (desde su perspectiva) en líneas. Un juego de niños que no deja de entretener a los más ancianos, y un principio más que probado de las leyes gestálticas de la memoria ("leyes" psicológicas de cómo funciona nuestro cerebro). Pero no me entretendré en esto.

La cuestión que nos atañe es la lucha entre caos y cosmos. El órden lógico se mantiene en pie hasta que algunas piedras del castillo se resquebrajan, se rompen por la presión o bien desaparecen, descartadas por los propios arquitectos. Depende de la importancia del bloque granítico si el feudo se derrumba y sus habitantes quedan a la intemperie, y en este segundo caso se apresuran a reconstruirlo sobre otros mármoles más resistentes. Es aquí donde se ejerce el trabajo más humanizante, si algo puede portar este adjetivo. Es aquí donde se desarrolla la capacidad para analizar, y donde se tiene una nueva oportunidad para reestructurar el pensamiento propio algo mejor que el anterior.

Pues bien, nuestra tarea, o al menos la mía, es bombardear el castillo. Que las piedras más debiles se machaquen hasta hacerse arena. Que las piedras más irregulares e imperfectas, que le dan al castillo un aspecto de jorobado, se suelten y caigan. Que vuestros castillos se alzen de nuevo, más altos y esplendorosos que nunca... Para poder guerrear una y otra vez más.

Pronunciado el sortilegio que te ayudará en tu desarrollo como arquitecto, que empiecen las justas entre caballeros.

jueves, 26 de marzo de 2009

A modo de presentación...

Presentación de Anacoreta:

Se pueden decir las cosas de muchas maneras. Algunas formas no levantan ampollas, otras muchas son aceite hirviendo. Nosotros somos el aceite hirviendo.

Tanto yo como mi compañero, seremos tú, dos partes de tu conciencia, no sabemos cuál es la buena, ni la mala, lo único que queremos es sacarte de dudas, ayudarte a comprender aquello que quizá nadie comprende. Algunas veces no estarás de acuerdo, pero eso no es lo importante. Lo importante es que aprendas a saber no estar de acuerdo o a saber estarlo. Las dos partes de tu conciencia pueden que a veces también lo estén, puede que otras no. Pero lo importante es encontrar el camino correcto. Y lo más difícil.

Para ello intentaremos sacar a la luz las ideas más deslucidas, las nuestras y las que consideremos oportunas. No te ofendas… aunque seamos terroristas, no queremos que mueras, ni que te suicides. Lo único que queremos es que sobrecojas tu pensamiento para poder luego reabrirlo de una manera más lúcida.

¡ ¡ ¡ ¡ ¡Empecemos con las bombas! ! ! !