sábado, 25 de abril de 2009

Lo perro que era Paulov- Opinión de Anacoreta.

Aqui huele a Nietzsche... y como el decía, me huele a perro muerto. Cuando se veía cerca de algún racionalista dogmático de esos a los que el odiaba. Este no es santo de mi devoción, aunque se le haya más que sacrilizado, me llama la atención su locura, su fuerza, pero no su teoría.

He de decir lo primero que afirmar que el ruso fue un pseudo científico, es decir mucho, puesto que sus teorías han sido más respetadas y debatidas, por lo tanto tomadas en serio, que la de miles de cientificos y sus teorias, verbigracia.... tú.

Los conceptos: vale, no son todo lo bueno que creemos, de hecho son el principal problema del ser humano en su relación sociológica y psicológica con los demás. Pero lo que está claro es que no hablamos de todos. Veamos, me haces pensar que realmente los estos no son sino una consecuencia cultural ilusoria que únicamente tienen un valor abstracto. Pero realmentye esto pasa con el 20% (palabras más palabras menos como cantaban en los ochenta) que encontramos en el diccionario. Mesa, arbol, silla, cigarro o tele no presentan ningún problema en el proceso de comunicación entre dos personas que hablen castellano.

El caso que presentan más problemas son aquellos conceptos subjetivos, esto es, que no representan sino un papel ficticio, onírico, de tal. Y sobretodo sobre aquellos a los que le podemos añadir una idea moral. Donde yo digo libertad tu entiendes lo que tu piensas que es la libertad para tí sin tener idea de lo que realmente te estoy intentando decir yo con esa palabra, puesto que para mi significará otra cosa, además de que le doy un caracter moral, pienso que es bueno, malo, necesario, inecesario, etc... eso mismo no pasaría si te digo mesa. No te viene a la mente ningúna característica moral puesto que la palabra en si esta vacia de significado filosófico. UAH. Esa palabra, justamente esa. Creo que para eso sirve la filosofía, para saber que es la libertad, o el amor, o la tolerancia, y lo que no es, intentar ponernos deacuerdo.

Cuando construyes una frase sin significado como esa, unicamente obtienes otra palabra totalmente vacía de significado, al no ser que tu se lo des, sabiendo de antemano que no hay ninguna que ya exista y diga lo mismo, y si la gente te empieza a entender, enhorabuena, has inventado un concepto.

Y es que los conceptos son necesarios, y al igual que antes decía que nos traían muchos problemas, tambien tengo que decir que nos dan alegrias, puesto que gracias a ellos, de mejor o peor forma, tu y yo nos podemos comunicar, aunque, claro, quizá no obtengas la respuesta que quieras porque realmente utilizas tantos personalismos (¿nuevo concepto? ( podríamos llamarlo concepto tan personal que nadie más lo entiende)... bueno... voy a comerme un concepto de pechuga de pollo, con total concepto de libertad... que es como la llaman desde hace mucho tiempo, y es la palabra que tengo que utilizar para que en cualquier restaurante me la pongan...

jueves, 23 de abril de 2009

Lo perro que era Paulov

Paulov fue un pseudocientífico que hizo experimentos con perros para profundizar en el estudio de la psicología. Y obtuvo resultados sorprendentes.

Resulta que al hacer daño a un perro mientras se le muestra una imagen, el perro coge miedo a esa imagen. Y esto se cumple en humanos que no han sido previamente educados. Es decir, que si sometemos una y otra vez a un niño a pequeñas descargas eléctricas mientras ve blancanieves, blancanieves le producirá la misma sensación que las descargas.

Es este un mecanismo básico ciertamente útil. Los sentimientos son, según este experimento, meros carteles que nos avisan de que lo vamos a pasar bien o mal. Y vaya, si uno toca varias veces una plancha ardiendo, acaba comprendiendo que la plancha quema, obviamente. E incluso le da cierto miedo volver a tocarla (a no ser que sepa que la plancha está fría).

El problema viene cuando se actúa conociendo el mecanismo observado por Paulov. En este caso, se puede dar pie a situaciones que no benefician al animal. Si resulta que a un pescador se le somete a descargas eléctricas en las gónadas con imágenes de peces, grandes, pequeños, de todo tipo... Pues el hombre, a los X días de tratamiento, necesita dejar su profesión. Quizá lo han hecho por su bien, porque los peces son peligrosos, o quizá Pescanova empieza a ser demasiado severa con la competencia.

La cuestión más importante es lo que se extrae del experimento de Paulov: La relación neuronal.
Por desgracia, los humanos somos complejas computadoras, pero desarrolladas por el azar. Así pasan cosas como los prejuicios (asociar el todo con la parte conocida) o los malentendidos y los juegos de palabras filosóficos (consecuencia de tomar como sinónimos de manera subconsciente palabras que no lo son, por culpa de una relación neuronal demasiado fuerte entre ellas). Y es de esto último (ya que lo primero se merece purgar la raza: matando racistas, y no al contrario) lo que quiero dejar claro.

NO COMPRENDEMOS LOS CONCEPTOS.
Lógica? Razón? Una mierda. Aprendemos frases hechas. Pero si cogen cuatro palabras que usemos y las ponen en un orden extraño, o pensamos que no tiene sentido o pensamos que es un palabro, pero desde luego no comprendemos a qué se refiere (por muy abstracto o absurdo que sea, deberíamos ser capaces de comprenderlo).

Es decir, que si yo digo algún día Retroactivación Oral, o Anarcotecnocracia Empirista, no somos capaces de asimilar conceptos. Y si nos dicen los significados de cada raíz, aún así nos cuesta imaginar el significado.

Así que todo lo que sabemos es pura memorística tergiversada por el paso de las generaciones.

martes, 31 de marzo de 2009

El Adagio se sobrepone tras el Allegro

Presentación del paradigmático:

Paradigmático, antes de que alguien lo entienda mal, no es un palabro sobrecogedor para halagar a un pedante (como estupenfabuloso o derivados). Paradigmático es lo propio de los paradigmas, que para aquel que no haya tenido la suerte de estudiarlos, son creencias temporales que la ciencia aprovecha para ordenar de manera lógica lo ilógico.

Caos o cosmos fue un gran debate en su momento, y un par de siglos después de cuando empezó el dilema (hace ya casi 3 milenios) se agotaron las respuestas audaces. Sin duda la más sensata es la de que nuestro cerebro transforma los puntos que ve sucedidos unos de otros (desde su perspectiva) en líneas. Un juego de niños que no deja de entretener a los más ancianos, y un principio más que probado de las leyes gestálticas de la memoria ("leyes" psicológicas de cómo funciona nuestro cerebro). Pero no me entretendré en esto.

La cuestión que nos atañe es la lucha entre caos y cosmos. El órden lógico se mantiene en pie hasta que algunas piedras del castillo se resquebrajan, se rompen por la presión o bien desaparecen, descartadas por los propios arquitectos. Depende de la importancia del bloque granítico si el feudo se derrumba y sus habitantes quedan a la intemperie, y en este segundo caso se apresuran a reconstruirlo sobre otros mármoles más resistentes. Es aquí donde se ejerce el trabajo más humanizante, si algo puede portar este adjetivo. Es aquí donde se desarrolla la capacidad para analizar, y donde se tiene una nueva oportunidad para reestructurar el pensamiento propio algo mejor que el anterior.

Pues bien, nuestra tarea, o al menos la mía, es bombardear el castillo. Que las piedras más debiles se machaquen hasta hacerse arena. Que las piedras más irregulares e imperfectas, que le dan al castillo un aspecto de jorobado, se suelten y caigan. Que vuestros castillos se alzen de nuevo, más altos y esplendorosos que nunca... Para poder guerrear una y otra vez más.

Pronunciado el sortilegio que te ayudará en tu desarrollo como arquitecto, que empiecen las justas entre caballeros.

jueves, 26 de marzo de 2009

A modo de presentación...

Presentación de Anacoreta:

Se pueden decir las cosas de muchas maneras. Algunas formas no levantan ampollas, otras muchas son aceite hirviendo. Nosotros somos el aceite hirviendo.

Tanto yo como mi compañero, seremos tú, dos partes de tu conciencia, no sabemos cuál es la buena, ni la mala, lo único que queremos es sacarte de dudas, ayudarte a comprender aquello que quizá nadie comprende. Algunas veces no estarás de acuerdo, pero eso no es lo importante. Lo importante es que aprendas a saber no estar de acuerdo o a saber estarlo. Las dos partes de tu conciencia pueden que a veces también lo estén, puede que otras no. Pero lo importante es encontrar el camino correcto. Y lo más difícil.

Para ello intentaremos sacar a la luz las ideas más deslucidas, las nuestras y las que consideremos oportunas. No te ofendas… aunque seamos terroristas, no queremos que mueras, ni que te suicides. Lo único que queremos es que sobrecojas tu pensamiento para poder luego reabrirlo de una manera más lúcida.

¡ ¡ ¡ ¡ ¡Empecemos con las bombas! ! ! !